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Estimado lector:
es muy probable que esté leyendo este artículo desde el ordenador de su despacho, o quizá desde el móvil antes de irse a dormir, después de un día de duro trabajo donde no ha podido comer nada más que un sándwich, porque el jefe necesitaba que entregase esos proyectos lo antes posible.
Su día se repite y todavía nadie se ha parado a explicar el impacto que tiene este estilo de vida sobre su salud. ¿Qué le sugiere la palabra estrés? Lo primero que asociamos a esta palabra es el exceso de trabajo. Pero no sólo es la cantidad. Las condiciones en las que trabajamos y, en general, los hábitos adquiridos o que, más bien, nos vienen impuestos, tienen su particular incidencia en la generación de estrés.
Sigamos con las reflexiones.
¿Recibe usted luz suficiente a lo largo del día? Resulta que una de las funciones más conocidas de la vitamina D es su impacto en la absorción de calcio (1); sin embargo recientes estudios están relacionando la deficiencia de esta vitamina con procesos neurodegenerativos tales como autismo (2), la esclerosis múltiple (3) o problemas metabólicos como la diabetes tipo II (4).
¿Se mueve de forma habitual? Ya hemos comentado en post anteriores que uno de los grandes problemas de hoy en día es el sedentarismo. Debe saber que el sedentarismo se relaciona con problemas de obesidad (5), con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II y con problemas cognitivos (6)
¿Qué come usted? La falta de tiempo, los aditivos, tal vez la ausencia de información, o la publicidad engañosa, han motivado la decisión sobre ese sándwich; probablemente no va a ser el último que se coma a lo largo de esta importante y estresante semana.
Todos estos “nuevos alimentos” (productos lácteos, cereales, cereales refinados, azúcares refinados, aceites vegetales refinados, carnes grasas, sal, o combinaciones de estos alimentos), han tenido un gran impacto sobre la salud y el bienestar de los individuos, pues han desplazado gradualmente el consumo de alimentos vegetales y animales salvajes mínimamente procesados. Esta tendencia, ha afectado negativamente a indicadores dietéticos como la carga glucémica; a la composición de ácidos grasos y de macronutrientes; a la densidad de micronutrientes y al equilibrio ácido-base; a la relación de sodio-potasio y al contenido de fibra (7).
¿Qué tal descansa durante la noche? Si es usted de esas personas que repasan el correo electrónico antes de dormirse o que leen artículos como éste a través de la pantalla del móvil, debería saber que dichos hábitos provocan impactos sobre el estado metabólico, aumentando la probabilidad de cáncer y disminuyendo la inmunidad (8). Pero la falta de tiempo a la que nos vemos sometidos, provoca que ni tan siquiera nos planteemos todas estas decisiones erróneas, generadoras o grandes refuerzos de los mecanismos que nos llevan a enfermar.
Pero lo verdaderamente importante no es la agresividad de la jungla en la que habitamos, sino las herramientas y la capacidad de adaptación de las que todos disponemos para enfrentarnos al medio.
¿Ha pensado usted en todo ello? En el IEP lo hemos hecho, y estamos convencidos de que podemos ayudarle...
Aquí les dejo con una entrevista a la profesora Kavita Vedhara, PHD de la Universidad de Notthingham, que nos habla de cómo la psiconeuroinmunología es la ciencia que está detrás de sus publicaciones.
REFERENCIAS
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13 Marzo
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