Sigue estas pautas, y tu verano será especial (II)

Siguiendo con las recomendaciones nutricionales de mi compañera Diana Jauslin, en esta entrada nos centraremos en los grupos de  alimentos menos recomendables para nuestro día a día. Los quiero dejar enumerados de forma bastante exhaustiva, aunque en las consultas que los profesionales pasamos en el IEP siempre nos gusta individualizar mucho con cada uno de vosotros, pues igual que no debe existir el concepto de "café para todos", tampoco tiene sentido su reverso; "lacteos para nadie"

Empezaré por tres grandes grupos de alimentos que no deberían estar muy presentes este verano, si nuestro interés pasa por mantener nuestra energía en unos niveles compatibles con los retos que nos vayamos poniendo en el día a día.

1. LAS LEGUMBRES: incluyendo soja, judía verde, cacahuetes y guisantes además de las conocidas (garbanzo, lenteja y judía).

2. LOS CEREALES de cualquier tipo; pan, pasta y harinas sobre todo. Tanto las legumbres como los cereales, aportan un tipo de fibra del que se alimentan bacterias que no deben proliferar en el organismo. 

3. LA LECHE Y LÁCTEOS DERIVADOS; quesos, yogures… aunque ya hemos anticipado antes que las investigaciones científicas de los últimos años en torno a la nutrición no recomiendan prohibiciones radicales sobre grupos de alimentos, salvo en casos de patologías específicas que llevan su consecuente control y patrón médico.

Dicho lo anterior, sí debemos avisar sobre elementos específicos que venimos incluyendo en nuestra alimentación diaria, o casi diaria, y que pueden dañar mucho nuestra salud.

AZUCAR, SACARINA Y DERIVADOS. las grasas vegetales saturadas como la margarina (la mantequilla, sin embargo, nos ofrece una serie de beneficios muy interesantes cuando se consume en las cantidades recomendadas, y de la forma más pura posible); el azúcar blanco y sus derivados (la bollería) y por supuesto la llamada comida basura. Ojo en estas fechas con los alcoholes destilados, ya que también ellos contienen un tipo de azúcares que impactan de forma muy negativa en nuestra salud, y en vacaciones solemos estar con la guardia baja en este aspecto.

REFRESCOS DE CUALQUIER TIPO, HARINAS BLANCAS E INTEGRALES: PAN Y PASTA SOBRE TODO, de las cuales ya hemos hablado en los puntos anteriores, y que se están viendo como elementos que llevan consigo una carga glucémica de gran impacto para nuestro organismo.

Las CONSERVAS que no sean de pescado azul, tampoco deberían formar parte de los alimentos que las visitas puedan encontrar en nuestras neveras duante esta época estival, y junto a las SALSAS ARTIFICIALES, LOS CACAHUETES, LAS PATATAS (podemos sustituirlas por boniato o batata), los alimentos muy fritos (tanto comida casera frita como fritos refinados), los aceites vegetales (excepto el aceite de oliva), las margarinas o la bollería refinada, podemos hacer el esfuerzo de apartarlos también el resto del año, con los beneficios probados que obtendremos de forma muy rápida y duradera.

Os dejo aquí con la conferencia (IEP TALKS) que ofrecí a finales del año pasado en nuestra clínica, en la cual me centré en el tema del gluten, tratando de aportar información sobre algo que cada vez nos afecta y nos preocupa más.