Debemos ser conscientes de la importancia del hígado en nuestro cuerpo, en él se desempeñan un gran número de funciones pero sin duda, una de las más importantes es la de detoxificación o neutralización de toxinas. Un problema hepático puede ser devastador y estar detrás de múltiples enfermedades por acúmulo de productos tóxicos como alteraciones neurológicas, fibromialgia y fatiga crónica, alteraciones inmunitarias, inflamación crónica y cáncer. La capacidad para metabolizar y eliminar las sustancias tanto endógenas como exógenas por parte del hígado dependen principalmente de unas enzimas que pertenecen a las denominadas del citocromo P450. 

Existe un gran número de elementos químicos que generan un impacto sobre estas enzimas hepáticas y los procesos de metabolización.  Un ejemplo de ello podría ser la conocida interacción que producen los medicamentos, causa principal de la hepatotoxicidad en el mundo. Algo más inusual es que las personas reconozcan  a los alimentos como elementos que pueden influir en la integridad hepática. El pomelo es un ejemplo de ello. Su consumo genera una inhibición de la actividad metabólica de la isoenzima 3A4 del citocromo P450(involucrada en el metabolismo de los xenobióticos en el organismo) en la pared intestinal y activa la glicoproteína P, que transporta sustratos de CYP3A4. Este proceso da lugar a un aumento en la concentración de varios medicamentos (1). 

Los elementos químicos, los alimentos y la interacción que existe entre ellos no son los únicos que tienen impacto sobre el metabolismo hepático y su capacidad de desintoxicación. En nuestro día a día nos vemos expuestos a  gran cantidad de toxinas, algunas más conocidas como tabaco y alcohol, otras menos conocidas como aromatizantes, colorantes, edulcorantes alimentarios e incluso sustancias desconocidas como son el cadmio, pegamentos, gases, radiaciones, etc.  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de un aumento de la contaminación ambiental en la mayoría de las ciudades del mundo ya que casi el 90 por ciento de las urbes que miden su polución superan los niveles de calidad que establece este organismo de Naciones Unidas, con el consiguiente riesgo de que sus habitantes sufran más problemas respiratorios y otras patologías. Este organismo ha actualizado su base de datos sobre calidad del aire urbano y ha demostrado que actualmente sólo el 12% de las personas que viven en las ciudades respiran aire limpio y alrededor de la mitad está expuesta a niveles de contaminación 2,5 veces mayores a los que establece la OMS. 

La dieta occidentalizada basada en alto contenido de azúcar se asocia con un aumento de la acumulación de grasa corporal que se ha relacionado con el desarrollo de enfermedad de hígado graso no alcohólico(EHNA) o esteatosis. Sin tratamiento, la EHNA puede progresar a carcinoma hepatocelular (HCC), un cáncer con una alta tasa de mortalidad. Es imposible evitar todos los elementos tóxicos que pueden hacer perder la salud de nuestro hígado.  

Desde la Psiconeuroinmunología clínica proponemos ayudar a nuestro organismo a mejorar las funciones hepáticas mediante claves nutricionales, entre otras intervenciones.Es por ello que nos basamos en los estudios científicos para recomendar alimentos que ayuden a la función hepática.  

Debe ser importante potenciar el consumo de estos alimentos que evitan que se produzca una congestión hepática. Quizás no podemos alejarnos de las toxinas por completo, pero este debe ser un motivo de peso para centrar nuestra atención en una buena alimentación.   

Hipócrates ya lo decía: "Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina." (6) 

Referencias: