Blog

¿Y si dos más dos no fueran cuatro en el tratamiento de la obesidad?

Por Pedro Martínez Villa; médico oftalmólogo, estudiante de PNI2, firma invitada del IEP

Empieza el propósito de todos los años por estas fechas: perder peso. Aprovechando este espacio que me deja el IEP, en cuyo entorno nos estamos formando, les voy a dar mi visión como médico y actual estudiante de PsicoNeuroInmunología (PNI). Les  aviso de que probablemente les resultará una visión algo diferente a la que puedan estar habituados. Espero que pueda resultar una aportación valiosa.

(En nuestra Misión de Divulgar la Psiconeuroinmunología Clínica, traemos en esta ocasión al blog una firma invitada muy especial; el doctor Pedro Martínez Villa es uno de los estudiantes de segundo año de PNI. Escuchen su entrevista en el IEP al final de este artículo).

...El planteamiento que me atrevería a proponer, por si les apetece probar a ver qué tal se sienten, sería el siguiente:

  1. Un modo de comer basado fundamentalmente en grasas saludables y proteínas al 75% y en  carbohidratos tan solo al 25%. Esto puede representar, por si el tema de las calorías sigue atrayendo, unas 2000 calorías más o menos. Es lo que se puede llamar una ‘dieta cetogénica’, aunque en PNI no somos muy partidarios de poner etiquetas ni ofrecer demasiadas recetas, y sí los conceptos que cada uno acabe llevando a su día a día
  2. Lo siguiente debería ser que las ingestas de alimento fueran poco a poco distanciándose hasta llegar a un máximo de 2 ó 3 veces diarias. Y para que surta efecto el catabolismo nocturno de la grasa al que nos referiremos un poco más adelante, la última ingesta del día sería conveniente hacerla no más tarde de las 7/8 pm, siempre que sea posible.
  3. ¿Y el ejercicio físico? Pues aquí debemos decir que existen muchas estrategias. El ejercicio físico debería ser sobre todo al principio de alta intensidad pero de corta duración. Esto logra aumentar el número de mitocondrias en nuestro organismo y mejorar la salud. Las personas con sobrepeso tienen disminuida la función y la cantidad de mitocondrias. Al mismo tiempo que recomendamos algo de intensidad, es conveniente avisar de que posiblemente surjan síntomas de falta de energía en el cerebro (las famosas hipoglucemias o ‘pájaras’ que oímos cada verano comentar a los narradores del Tour de Francia no son realmente hipoglucemias sino neuroglicopenias). Aquí sería ideal la posibilidad de pasar esos momentos no muy agradables sin ingerir alimento, simplemente haciendo un parón en el ejercicio (sentándose, incluso tumbándose), pues es en realidad en ese momento cuando estaríamos dando la posibilidad a nuestro cerebro para que ‘tire’ de la grasa circulante vaciando los depósitos de grasa. Si dejamos que pueda ‘tirar’ de ella, poco a poco deberíamos ir metiendo ejercicios más intensos y también aeróbicos. Es conveniente también utilizar más los brazos, siempre que podamos, porque metabólicamente se agota antes el glucógeno muscular cuando los trabajamos bien. Este agotamiento del glucógeno tiene varios efectos positivos: producción de una sustancia antiinflamatoria llamada irisina, interleuquinas antiinflamatorias (8 y 15), además de un factor de crecimiento neuronal (lo que supone un efecto positivo para el funcionamiento cerebral)
  4. Ejercicios mentales, sudokus, estudio, etc. Es algo que no deberíamos jamás dejar de hacer: lo que no se usa, se pierde. El cerebro gasta mucha energía ejercitándose de distintas formas y lo hace de una manera muy saludable
  5. Estimular la grasa parda: algo que en los niños se da de una forma absolutamente natural, pero que a medida que nos vamos haciendo adultos dejamos de hacer, lo que daña nuestra salud y favorece el aumento del tejido adiposo. La grasa parda es un tipo de grasa más pequeña y muy vascularizada cuya función principal es generar calor. Al nacer tenemos mucha y posteriormente se va perdiendo. Los recién nacidos la necesitan para mantener su temperatura porque todavía no tienen bien desarrollado el mecanismo de la termorregulación. La grasa parda se estimula sobre todo con el frío. ¿Se acuerdan de lo que fastidiaba cuando nuestros padres querían que nos pusiéramos un jersey y nosotros no sentíamos nada de frío? Por favor, no hagamos lo mismo con nuestros hijos. Démonos el permiso de sentir el frío como elemento que estimula el organismo y que podemos regular sin abrigarnos inmediatamente. ¿Se atreverían a darse una ducha fría de vez en cuando estos días? Empiecen con un simple golpe de frío al final de la ducha por la mañana, y verán la mejora en su sensación en pocos días. Y si se atreven, combinen este uso del frío con el aumento de los picantes en su dieta. Y pasen también un buen calor de vez en cuando. Liberen serotonina con algún baño turco, que es un fantástico remedio frente a las sensaciones de falta de energía. En definitiva, hagan trabajar su sistema de termorregulación para que sea más eficiente y flexible

Esta es parte de la visión global que tenemos desde la PNI cuando afrontamos algún asunto que en principio puede parecer fácil de resolver, como es este tema del sobrepeso, y que sin embargo lleva tiempo convirtiéndose en un problema de gran calado nivel mundial.

Es probable que la mayoría ya seáis conscientes de que dos más dos no son cuatro en el tratamiento de la obesidad. Perder peso suele asociarse con la lucha frente a las calorías. Y esto conduce siempre a dietas muy restrictivas en ese sentido y a la recomendación principal del ejercicio físico. Hoy podemos decir sin temor a equivocarnos, que siguiendo este patrón los resultados pueden ser aceptables a corto plazo pero normalmente no funcionan en medianos o largos períodos de tiempo.

El primer asunto que debemos conocer es que el tejido adiposo (el dichoso tejido adiposo) no son solamente saquitos de grasa. Es mucho más complejo que eso. Son unidades endocrinas que producen múltiples sustancias de tipo hormonal (leptina, adiponectina,...) y citoquinas (mensajeros intercelulares) tanto inflamatorias como antiinflamatorias. Lo que sucede con estas sustancias es que están al servicio de nuestro sistema metabólico. Y siendo esto así, resulta que la grasa debe tener también un ritmo circadiano, como todo en nuestro cuerpo, un ritmo marcado por la noche y el día, por la luz y la oscuridad.

Este ‘ritmo de la grasa’ es anabólico de día (el anabolismo tiene que ver con la fase ‘constructiva’ del metabolismo: por lo tanto cargamos los adipocitos con la ingesta de alimentos), y es catabólico de noche (el catabolismo sería la fase opuesta: descargamos adipocitos por la noche para dar energía al sistema inmune). Si nuestra grasa está ‘en ritmo’, el catabolismo nocturno consume agua y la consecuencia es que al pesarnos por la mañana deberíamos haber perdido entre 1-1.5 kilos. Esta es una gran pista para el combate frente al sobrepeso. Hagan esta prueba de vez en cuando. Súbanse a la báscula antes de acostarse y háganlo al despertarse. Y observen su ‘ritmo del tejido adiposo’.

Acumular grasa, cuando nuestro sistema metabólico está fuera de ritmo, en realidad no tiene límites. El adipocito del tejido se hipertrofia y cuando alcanza un tamaño importante empieza a segregar unas proteínas reguladoras de procesos celulares, llamadas citoquinas, pero que en este estado resultan inflamatorias. Las citoquinas inflamatorias llegan al Sistema Inmune, lo que termina provocando un estado inflamatorio local que puede entrar en un proceso que no tiene fin. Adicionalmente las citoquinas circulan por la sangre dañando la funcionalidad de los receptores a distintas hormonas, y entonces la consecuencia son esos términos que ya todos hemos oído en nuestros círculos cercanos, si no los estamos sufriendo incluso nosotros. Aparecen las diferentes resistencias de nuestro cuerpo a hormonas como la insulina, el cortisol o la leptina. Por otro lado, cuando esas citoquinas inflamatorias llegan al cerebro, será nuestro hipotálamo el que acabe captando esa inflamación lo que inmediatamente provocará en el cerebro una sensación de falta de energía.

Y es en este punto donde sucede una gran paradoja sistémica, que nos impide finalmente combatir el sobrepeso.

  1. En nuestra sangre hay un exceso de glucosa y de insulina (es decir un exceso de energía circulante), pero con resistencia a la insulina. Es decir, nuestro cuerpo no puede regular esos excesos. Y acabará ocurriendo lo mismo con un exceso de leptina y una resistencia central a esa hormona.
  2. Al mismo tiempo, en el cerebro hay una necesidad de energía, debido a la inflamación hipotalámica que hemos descrito anteriormente, que tampoco se puede regular por las resistencias a insulina y la leptina a nivel central (una de las funciones que tienen la insulina y la leptina a nivel del núcleo arcuato del cerebro es precisamente que apagan la sensación homeostática de hambre)
  3. La combinación de ambos factores, exceso de insulina y de glucosa circulantes por la sangre, pero incapacidad del cerebro para poder ‘tirar’ de esa energía, debido al ambiente inflamatorio, significa hambre, y hambre, y hambre. Por eso las personas con sobrepeso suelen generar un patrón de conducta alimentaria en el cual necesitan comer de forma casi constante: su cerebro les está ‘expresando’ continuamente que se encuentra en una gran carencia de energía, pese a que en realidad existe un exceso de energía circulando por su sangre.

Por eso es tan difícil tratar la obesidad. Si, como viene siendo la norma, decidimos poner a las personas con sobrepeso unas dietas muy restrictivas es probable que aumentemos el problema. Y aquí es donde nos toca buscar otras vías que ya están evidenciadas por las últimas investigaciones científicas y que me gustaría compartir a continuación.

Lo primero y fundamental, pasaría por ‘reencuadrar' de alguna manera al paciente obeso. Este ‘reencuadre’ desde mi punto de vista estaría asociado a un cambio de perspectiva: el problema del sobrepeso no son las grasas, ni las calorías, sino la falta de energía en el cerebro. El órgano diana al que nos deberíamos dirigir para poder cambiar cosas y mejorar los síntomas del sobrepeso es por tanto nuestro cerebro. Debemos lograr que nuestro cerebro esté bien alimentado, que pueda recibir bien la energía que circula por nuestro cuerpo, evitar como sea que siga en esa ‘carencia’ que le obliga a provocar la permanente conducta de buscar alimentos de gran carga calórica para cubrir sus necesidades.

Haciendo un pequeño resumen, nuestra propuesta sería hacer tres ingestas diarias con alimentos saludables,  introducir tanto ayunos como deporte en ayunas cuando sea posible. Evitar el sedentarismo prolongado realizando unos pequeños ejercicios de un par de minutos de duración intercalados cada hora (“sitting breaks”) e introducir baños de agua fría y sauna.

Ya saben donde estamos si nos quieren consultar. En mi caso estoy al frente de una clínica oftalmológica en Córdoba. El IEP es nuestro anfitrión una vez al mes, para que completemos nuestra formación como profesionales de la salud adquiriendo estos conocimientos de absoluta vanguardia científica. Aquí les dejo con un vídeo junto a mi compañero de estudios Jaime Camarasa, en el cual  les animamos a conocer mejor esta disciplina médica, y sus grandes beneficios para los pacientes y para cualquier persona que quiera mejorar su rendimiento.

Un abrazo a todos y a por un 2018 cargado de salud y de buenas prácticas.

En este vídeo, Pedro Martínez Villa (médico) y Jaime Camarasa (fisio y osteópata), comparten con nosotros sus impresiones sobre la experiencia como alumnos de PNI, y su aplicación.

REFERENCIAS

 

1.        Bailey SM, Udoh US, Young ME. Circadian regulation of metabolism. J Endocrinol. 2014 Aug 1;222(2):R75-96.

2.        Benedict C, Hallschmid M, Lassen A, Mahnke C, Schultes B, Schiöth HB, et al. Acute sleep deprivation reduces energy expenditure in healthy men. Am J Clin Nutr. 2011 Jun 1;93(6):1229–36.

3.        Bouchard C, Tremblay A, Després J-P, Nadeau A, Lupien PJ, Thériault G, et al. The Response to Long-Term Overfeeding in Identical Twins. N Engl J Med . 1990 May 24;322(21):1477–82.

4.        Cherif A, Roelands B, Meeusen R, Chamari K. Effects of Intermittent Fasting, Caloric Restriction, and Ramadan Intermittent Fasting on Cognitive Performance at Rest and During Exercise in Adults. Sports Med. 2016 Jan 5;46(1):35–47.

5.        Freese J, Klement RJ, Ruiz-Núñez B, Schwarz S, Lötzerich H. The sedentary (r)evolution: Have we lost our metabolic flexibility? F1000Research. 2017.

6.        Gibala MJ, McGee SL, Garnham AP, Howlett KF, Snow RJ, Hargreaves M. Brief intense interval exercise activates AMPK and p38 MAPK signaling and increases the expression of PGC-1alpha in human skeletal muscle. J Appl Physio. 2009 Mar; 106(3):929–34.

7.        Kajimura S, Saito M. A new era in brown adipose tissue biology: molecular control of brown fat development and energy homeostasis. Annu Rev Physiol. 2014;76:225–49.

8.        Lira VA, Benton CR, Yan Z, Bonen A. PGC-1alpha regulation by exercise training and its influences on muscle function and insulin sensitivity. Am J Physiol Endocrinol Metab. 2010 Aug; 299(2):E145-61.

9.        Little JP, Safdar A, Cermak N, Tarnopolsky MA, Gibala MJ. Acute endurance exercise increases the nuclear abundance of PGC-1alpha in trained human skeletal muscle. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 2010 Apr;298(4):R912-7.

10.      Roden M. Muscle triglycerides and mitochondrial function: possible mechanisms for the development of type 2 diabetes. Int J Obes (Lond) . 2005 Sep ;29 Suppl 2:S111-5.

11.      Saito M. Brown Adipose Tissue as a Regulator of Energy Expenditure and Body Fat in Humans. Diabetes Metab J . 2013 Feb 1 ;37(1):22.

12.       Wang G-J, Volkow ND, Thanos PK, Fowler JS. Similarity between obesity and        drug      addiction as assessed by neurofunctional imaging: a concept review. J             Addict Dis . 2004 Jul 29             ;23(3):39–53.

 

Newsletter

Recibe información muy valiosa para tu salud, novedades, promociones, artículos, consejos...

Suscribirme

Agenda

Ningún evento próximo en la agenda

¿En qué podemos ayudarte?

Consulta PNI clínica

Consulta PNI clínica

Cualquier enfermedad está condicionada por nuestro estilo de vida. Somos especialistas en el tratamiento.

Ver más

Terapia manual

Terapia manual

Todos nuestros terapeutas son fisioterapeutas colegiados con una larga experiencia en el alto rendimiento deportivo.

Ver más

Pilates

Pilates

Somos especialistas en pilates máquinas y suelo. Aprovecha nuestros bonos y conoce y conecta tu cuerpo y tu mente.

Ver más

Ejercicio físico

Ejercicio físico

Nuestro área para la mejora de la Salud y el Rendimiento y adaptados a las necesidades de cada persona.

Ver más

Dónde estamos

C/ Zurbano 74, bajo I
28010 Madrid

91 737 46 73

info@iepni.es

Contacta con nosotros

Horario

Lunes a viernes

De 9:00 a 19:00

Pide cita